El amor elige, no se exige.
Somos muchos los que siempre hemos querido definir el amor. Creo que desde muy niña me centré en descubrirlo. Quizá por la ausencia de mi papá o tal vez por todas las veces que creí enamorarme y fui rechazada, o por todo a la vez.
Comencé mi carrera en el 2010, luego de una ruptura con un "casi algo". Aunque en ese momento no le teníamos nombre a ese concepto. Solo sabíamos que nos enamoramos y fuimos rechazados, pero a medias.
Me enamoré de este amigo de la universidad, quien tenía buena fama de no ser muy serio en sus relaciones. Pero aún así, creí firmemente que de mí sí se iba a enamorar. Y lo hizo. En realidad, sí hubo una conexión afectiva muy linda; con expectativas muy distintas. Todos nos veían juntos en la universidad y asumían nuestra relación. Hasta que, en un viaje estudiantil, en sus espacios de libertad no acordados, estuvo sexualmente con una compañera de clase.
Esa fue la segunda vez en mi vida que sentí que mi corazón se quebró en cientos de pedazos.
Pasé todas las vergüenzas posibles. Me sentía despreciada y rechazada. ¿Por qué alguien tomaría mi amor y lo echaría a un lado de esa manera? Fue un proceso doloroso del cual comencé un blog para sanar, y que acabó siendo un proyecto hermoso llamado Joven Cada Día, del cual nació mi primer libro en el 2014 y el cual alcanzó a cientos de jóvenes en y fuera de Puerto Rico que transitaban ese mismo dolor.
Porque aunque sentimos profundamente que nuestro dolor es único, sorprendentemente, no lo es. Así que puedo decir que el comienzo de mi carrera surgió de una dolorosa desilusión amorosa. De la cual parece que no aprendí demasiado, porque esa historia se me repetía una y otra vez...de muchas maneras.
Hasta que al fin, aprendi la lección más hermosa que deseo compartirles hoy. Y es que el amor y las relaciones no se pueden controlar.
Y esto es desesperante para muchos de nosotros porque andamos corriendo tras relaciones que nos permitan validar que somos importantes, significativos y únicos para alguien. Pero no afrontamos el hecho de que no necesitamos tener una relación para eso.
Si escogemos relaciones desde el miedo, es mucho más probable es el fracaso. Y el fracaso no es solo una ruptura, es permanecer en un vínculo por las razones incorrectas.
El amor no se puede controlar y las relaciones tampoco. Claro que las relaciones requieren determinada estructura, pero no es algo que debamos definir desde el inicio. Pareciera más que queremos un protagonista para nuestra gran historia de amor, así que ideamos que todo encaje.
Pero la realidad, por experiencia propia y experiencia profesional, es que el amor y las relaciones se construyen.
Y en eso les puedo ayudar.
Eri 😉
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